SEXTO DÍA DE LA NOVENA EN HONOR DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

Δομήνικος Θεοτοκόπουλος (Doménikos Theotokópoulos - El Greco), Mary


A la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora

Príncipe de Esquilache

Reina y Madre, Virgen pura,
que el sol y cielos pisáis,
a vos sola no alcanzó,
la triste herencia de Adán.

¿Cómo en vos, Reina de todos
si llena de gracia estáis,
pudo caber igual parte
de la culpa original?

De toda mancha estáis libre;
¿y quién pudo imaginar,
que vino a faltar la gracia
adonde la gracia está?

Si los hijos de sus padres
toman el fuero en que están;
¿cómo pudo ser cautiva
quien parió la libertad?

Sois entre tantos pecheros
de vuestro mismo solar
hidalga de privilegio,
que a ninguno se dará.

Sois de Jacob estrella,
que cielo y tierra alumbráis;
¿Qué oscuro vapor de culpa
pudo una estrella manchar?

Si la que en Adán fue culpa,
pena ha sido en los demás,
y nunca fuisteis deudora,
¿quién os la puede llevar?

Si con tanta diferencia
excedisteis a San Juan;
los que Dios desigualó,
¿quién los pretende igualar?

Antes del día os guardaron,
y aunque al paso natural
madruga en todos la culpa,
pero en vos la gracia más.

Una misma fuisteis siempre;
y es imposible ajustar
hija de guerra un instante,
y otro Madre de la paz.



ORACIÓN
Te suplicamos, Señor,
que derrames tu gracia en nuestras almas,
para que los que por el anuncio del ángel
hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo,
por los méritos de su pasión y cruz,
seamos llevados a la gloria de su resurrección.
Por el mismo Cristo nuestro Señor.
Amén.

ORACIÓN EN EL ACTO RELIGIOSO DE LAS ÚLTIMAS MIRADAS

ORACIÓN EN LA «MADRUGÁ» DE LAS ÚLTIMAS MIRADAS José Cascant Ribelles, en la noche del Jueves Santo, 14 de abril de 2022 MEDITACIÓN Her...