1 de enero
Octava de Navidad
SOLEMNIDAD DE SANTA MARIA, MADRE DE DIOS
Antífona de entrada Sedulio
¡Salve, Madre santa!, Virgen, Madre del Rey, que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
O bien: Cf. Is 9, 2. 6; Lc 1, 33
Hoy brillará una luz sobre nosotros, porque nos ha nacido el Señor; y es su nombre: Admirable, Dios, Príncipe de la paz, Padre perpetuo, y su reino no tendrá fin.
PRIMERA LECTURA
Invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré
Lectura del libro de los Números 6, 22-27
El Señor habló a Moisés:
–«Di a Aarón y a sus hijos: Ésta es la fórmula con que bendeciréis a los israelitas:
"El Señor te bendiga y te proteja,
ilumine su rostro sobre ti
y te conceda su favor.
El Señor se fije en ti
y te conceda la paz."
Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré. »
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 66, 2-3. 5. 6 y 8 (R.: 2a)
R. El Señor tenga piedad y nos bendiga.
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe. R.
SEGUNDA LECTURA
Envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 4, 4-7
Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.
Como sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: «¡Abba! Padre.» Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios.
Aleluya Hb 1, 1 2
En distintas ocasiones habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.
EVANGELIO
Encontraron a María y a José, y al niño. A los ocho días, le pusieron por nombre Jesús
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 16-21
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho.
Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
Palabra del Señor.
Se dice Gloria.
Oración colecta
Dios y Señor nuestro, que por la maternidad virginal de María entregaste a los hombres los bienes de la salvación, concédenos experimentar la intercesión de aquélla de quien hemos recibido a tu Hijo Jesucristo, el autor de la vida. Él que vive y reina contigo.
Se dice Credo.
Oración sobre las ofrendas
Señor y Dios nuestro, que por la maternidad virginal de María entregaste a los hombres los bienes de la salvación, concédenos experimentar la intercesión de aquélla de quien hemos recibido a tu Hijo Jesucristo, el autor de la vida. Por Jesucristo nuestro Señor.
Prefacio de santa María virgen I
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Si se usa el Canon romano, se dice Reunidos en comunión propio:
Reunidos en comunión con toda la Iglesia para celebrar el día santo en que la Virgen María, conservando intacta su virginidad, dio a luz al Salvador del mundo, veneramos la memoria, ante todo, de esta gloriosa siempre Virgen María, Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor; *
Si se usa la plegaria eucarística II, se dice: Acuérdate... propio:
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra y reunida aquí en el día santo en que la Virgen María dio a luz al Salvador del mundo; *
Si se usa la plegaria eucarística III, se dice Atiende propio:
Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia en el día santo en que la Virgen María dio a luz al Salvador del mundo. †
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Antífona de comunión Heb 13, 8
Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre.
Oración después de la comunión
Hemos recibido con alegría los sacramentos del cielo; te pedimos ahora, Señor, que nos ayuden para la vida eterna, a cuantos proclamamos a María Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor.